Sabemos que realizar una rutina de limpieza facial diaria es muy importante para mantener nuestro tono de piel en las majores condiciones posibles. ❤️ Gracias a ella, mantenemos la elasticidad, el brillo y la firmeza de la piel a lo largo del tiempo.
Existen una gran variedad de productos que podemos utilizar para ello, pero hoy queremos fijarnos en el uso de un tónico facial. ¿Es realmente importante?
¿Debemos utilizar el tónico facial?
Quizás sea uno de los productos más incomprendidos de la rutina de limpieza. Todos sabemos qué es un tónico, pero en la mayoría de los casos no lo usamos con frecuencia y no lo catalogamos como imprescindible para la piel.
Es una de las grandes dudas es si el tónico facial marca la diferencia en un tipo de limpieza u otra. La respuesta es… ¡SI!
Este producto está pensado principalmente para reequilibrar el pH de la piel tras usar productos desmaquillantes y limpiadores, preparándola para los tratamientos posteriores.
Si usamos tónico, conseguiremos que la piel aproveche mucho mejor los beneficios del sérum y la crema hidratante, ya que elimina los posibles restos de limpiadores, además de refrescar el rostro.
Al aumentar el riego sanguíneo, también revitaliza y rejuvenece los tejidos. Además, en el caso de las pieles grasas, regula el sebo y cierra los poros, retirando el exceso de grasa y brillo, mientras que en las pieles sensibles reduce el enrojecimiento y la irritación gracias a su efecto calmante.
La solución está clara: el tónico no puede faltar en tu rutina de limpieza: refresca, cierra los poros, hidrata, logra que la piel esté más radiante y la prepara para los tratamientos posteriores.
Además, en el caso de los hombres, es un buen sustituto del after shave, ya que es mucho menos dañino para la piel.
Propiedades del tónico facial
Lo primero que hay que saber es en qué paso de la rutina facial aplico el tónico. Se debe usar como segundo paso, después de desmaquillar el rostro y limpiarlo.
Recuerda que, aunque tengan apariencia similar, el agua micelar no sustituye al tónico, ya que su función es diferente. El agua micelar limpia y desmaquilla, y el tónico se aplica después para eliminar restos y preparar la piel para el sérum y la crema hidratante.
Puedes aplicarlo dos veces al día, en la rutina de mañana y de noche. Además, también puedes usarlo en mitad del día, para refrescar el rostro y limpiarlo de impurezas que se acumulan en tu piel.
¿Cómo lo aplicamos? La opción más común es usar un disco de algodón, dando suaves toquecitos en la piel o movimientos circulares suaves.
Si no quieres usar algodón, puedes aplicarlo con las palmas de las manos, sin frotar, dando toques suaves.
También los hay en formato spray, por lo que en ese caso podemos aplicarlo directamente sobre la piel, a modo de bruma.
Una vez aplicado, ya solo tendremos que esperar a que se seque, para usar el siguiente producto.